¡Maravilloso Goyo!, continúa el palique
Gregorio Martínez nos sigue sorprendiendo, desde la ultratumba nos sigue jalando las patas con su lenguaje plástico y erudito que consiguió, desde hace décadas, maravillarnos y ser un digno representante de nuestra lengua. Aunque, probablemente “digno” sea una palabra que al Goyo le repela, como le repelía todos los formalismos